José María Sánchez García nació en Madrid el 11 de marzo de 1963 y es Catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla. Diputado de VOX por Alicante, pese a no haber residido allí nunca. Según su declaración de bienes posee varios pisos en Madrid, Alicante, La Coruña, además de una finca rústica en Huelva, varias plazas de párquing y cuatro vehículos.

El dinero que tenía en la cuenta corriente rondaba los 450.000 euros según «El Español» (2021). El patrimonio financiero hoy es algo más.

Su experiencia profesional como abogado incluye ser socio de los despachos Baker&McKenzie (domiliciado en las Bermudas) y Olswang (británico).
Sus excompañeros de la Universidad de Sevilla lo describen como «un friki decimonónico» que se sacó la cátedra en Sevilla pero que abandonó en poco tiempo la Hispalense, con la que actualmente mantiene «muy poca relación» y sin apenas arraigo en la ciudad andaluza. Encajaría, para algunos, «en el perfil de VOX de persona de pensamiento reaccionario español del siglo XIX«.
En 2010 participó en el II Congreso de Juristas Católicos, donde despotricó contra el matrimonio civil, el homosexual y contra todo lo que, en su opinión, iba contra la visión cristiana del matrimonio.

Sus grandes éxitos en el Congreso incluyen insultar a mujeres o comparar (no se sabe si como insulto o como alabanza) a gente con Hitler.
En febrero de 2020 se dirigió a Carmen Calvo llamándola «señora vicepresidente» de forma intencional.
En diciembre de 2020, Sánchez García llamó «chillona gallega» a la diputada del PP, Ana Vázquez. Cuando se le recriminó, dijo «Sí, ya sé que esto es machismo, por cierto está aquí presente doña Cuca, que puede salir luego a decírmelo».
En septiembre de 2021 llamó «bruja» a la diputada del PSOE Laura Berja. El presidente suplente de la cámara le llamó la atención, pero Sánchez García hizo caso omiso, por lo que fue expulsado. Al negarse a obedecer, se hubo de suspender temporalmente la sesión.

En abril de 2022 comparó al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, con el ministro de propaganda del nazismo, Joseph Goebbels y a Pedro Sánchez, con Adolf Hitler.
El colmo de la estulticia fundamentalista religiosa vino cuando Sánchez García espetó:
«Renuncie a Satanás y a sus pompas, renuncie a Sánchez y a sus pompas»
En todo caso, como decíamos, no sabemos si la comparación con el nazismo es una alabanza. Al fin y al cabo, Sánchez García encuentró algo bueno que decir del nazismo, citando a un autor francés que obvia el hecho de que es una ideología basada en el odio racial. De hecho, hace una transposición digna del mismo Goebbels.
Se limita a tildar el nazismo de «inadmisible» y «odioso» pero que «cree en lo que propone» (el Holocausto, suponemos); el que es «la esencia del mal» y «solo busca el mal» es el comunismo. Por supuesto, también cae en la cuñadez de los incontables muertos del comunismo… Comunismo que, a diferencia del nazismo, no incluye en su doctrina el odio racial ni la supremacía aria. Comunismo que no existe en España más que en la imaginación de estos «nostálgicos» que aplauden a quienes lucharon al lado de Hitler.

No olvidemos que VOX tiene diputados procedentes de partidos neonazis, y miembros nazis, franquistas y falangistas.

